sábado, 30 de abril de 2011

me miro al espejo y se me suicida todo


vuelve, estúpida, porque no la conozco
y los desconocidos pasan más tiempo en mi cabeza
que la gente con títulos que me rodea
no hago nada más que desarrollar neurosis
pensarte, y comer algas para poder garcharte en un futuro cercano.
y bueno, algunas noches las paso en tu cama, charlando de todo
mirándote a los ojos sin sentir el deber de desviarlos todo el tiempo
porque no te incomodo, porque en realidad no sé y no me importa
y tus palabras son grandes batazos de béisbol que me lanzan al mundo
mientras cientos de niñitas de bondi de sábado por la noche chillan
de esas que viven del buen día de la mañana y del polvo de la noche
y lo hacés tan fuerte que nadie puede atraparme
entonces termino en el baño, temblando
tratando de que el color vuelva a mi cara
y no quiero dormir
mi cuerpo no se duerme
porque es su forma de decirme que tengo que hacer algo, lo que sea
lloriquear con mi madre, enseñarle a los pequeños que al hijo de puta no se le sonríe
aprenderse algunas líneas bonitas que me proporcionen alguna concha por mes
salir a la calle y aprender a vivir con lo que haya por ahí.
las mismas palabras que me hacen temblar de miedo, son las que me salvan.
y no quiero dormir
porque ya no despierto más

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