lunes, 20 de diciembre de 2010

(una pesada)


el pibe me hablaba de qué loco la percepción de la gente, y yo sólo quería ver a la chica linda. y quería besarla y acariciarla y cuidarla de los malos. me pasa esto con la gente y después me quiero suicidar.
también me preguntaba si los que caminan por la calle vuelven a sus casas con tanto dolor. ¿ahí sí se agarran de los pelos y le gritan al techo? algo así debe pasar en los hogares

1 comentario:

  1. bue, tal vez voy a delirar acá, pero te leo y es como leer los diarios de la Pizarnik, que hace poco terminé. Y te imagino chica, no sé, muy joven. Y tan inteligente, tan despierta, tan cuestionadora, tan crítica de lo que tanta educación y tanta sociedad te quiso meter por la boca sin importar tus nauseas. Y te imagino, y me recuerdo, también a esas edad que imagino tenés, y pienso, claro, cómo no sentirse ajeno en un mundo donde nuestros pares no nos entienden? Cómo no sentirse ajeno cuando uno ve cosas que el resto no ve?

    Y pasa, sabés? Pasa ese malestar, esa incomodidad y ese enajenamiento. Y encontrás un lugar, una persona, un algo que te dan paz. Momentos de vida breves, pero están. Y seguí escribiendo y seguí cuestionando y seguí teniendo miedo. El miedo es síntoma de crecimiento.

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