sábado, 15 de enero de 2011

Salida de cucarachas


por la alcantarilla, uno dos seis.
En un bar, con un poco de enojo pedimos unas cervezas super caras. Al aire libre. unos chabones alrededor tocando la guitarra. dos grupos, un grupo charla y un guitarrista canta emocionado. nadie canta con él, sé lo que es eso. otro grupo mira a la nada y el de la guitarra trata de ver también. otro entre la multitud de mesas pidiendo disculpas, buenas noches y cantando lágrimas de oro. mis amigos charlan de no sé qué cosa, yo saco mi melódica y tímidamente aprendo las notas de trompeta de la canción, por si el de rulos elegía nuestra mesa como próximo público. en la mesa de al lado una rubia con el bolso de adidas le hablaba a un grandote con gel en el pelo sobre tal boliche, que sí, está bueno, que antes de las dos, que el after tal cosa. Estaban tomando gaseosas. Mis amigos no sé de qué hablaban. Elegimos pagar (no estoy segura por qué) y nos fuimos a una callecita cercana. una amiga dibujaba en el cuaderno, un amigo tocaba lady gaga en la melódica, otra sacaba fotos y la otra no hacía nada. pensaba quizás. a mi me invadía la nada y quería correr y que el cemento se me incrustara en la cara. Entonces saqué un vino viejo que encontré en casa, sucio y gastado y tomamos. Y la melódica me saltó a la boca y nos toqueteamos y se nos movían los pies. la gente chistaba, o se reía o se acercaba a decirme que también sellamaba piano de soplar. bueno, gracias. mis amigos empezaron a bailar. los vecinos más buenos tiraban globos desde las terrazas. todo se convirtió en una fiesta. nuestras sombras bailaban y nos hacían saltar. los colectivos pasaban y sonreían. nos cansamos y nos fuimos al rato a otra callecita donde corríamás el amor. un chico se nos acercó y nos preguntó cuánta baba cabía en la melódica. la babosa la llamó. nos ofreció cerveza y se fue. después dos chabones se nos acercaron y se quedaron con nosotros. eran de zona sur. nos hablaron de henry darger, de aca seca y de que podía practicar la respiración circular con una pajita y un vaso de agua. después de un rato de risas fuertes, los vecinos nos tiraron un balde lleno de agua, y al ver que nos había gustado nos tiraron otro lleno de tierra (sí, nunca un balde de naranjús). nos corrimos y volvió el baboso y las cucarachas nos correteaban por los pies. do, fa, la. y luego el de rulos y dos amigos de él se nos acercaron (sí, nunca una chica). uno dibujaba con una amiga, otro me contaba cuánta cocaína había tomado y el otro cantaba. Cuando llegó la hora de lágrimas de oro felizmente saqué mi melódica para mostrarle lo que había estado practicando. pero él quería más, quería solos increíbles de melódica y yo apenas podía soplar. una de mis amigas se asustó por malas experiencias pasadas de pseudo desconocidos merqueros y nos tuvimos que ir. eran las cuatro y media de la mañana y compramos un mate en la estación de servicio. ynos sentamos a hablar de bandas y yo ya por esa época me estaba muriendo. y le agarré la mano a una amiga. una vieja salió por la ventana a gritarnos y todos nos despedimos y cuandome dejaron sola tuve que percatarme y empezar a caminar.

3 comentarios:

  1. noches encantadoras de urban mystery tour
    me gustan los relatos que recrean y que invitan a compartir los viajes emprendidos.

    eso sí,
    cuídense. :)

    ResponderEliminar
  2. son una mierda los fines de fiesta viste?

    ResponderEliminar
  3. esto me hace acordar mucho al cuento "tomas" de diego arbit

    ResponderEliminar