viernes, 25 de febrero de 2011

y no les puedo contestar porque me pongo a llorar como una idiotita


-una psicóloga diciéndote que para eso leas un libro, que leas filosofía, que tenés cosas más importantes de qué hablar. Claro, qué sabe ella de desesperación, de sentirse atrapado en un mundo que no entendés, del miedo, si se nota que es una simplona de purpurina en su tarjeta y título en la pared de memoria y apuntes.
-una maestra de primaria que disfruta humillándote.
-la gente cool y linda, y flaca, y garchadora.
-los que te preguntan si sos hombre o mujer.
-las miradas de asco.
-el profesor que te boludea y te trata de vago, grandes basuras pestilentes, risueños de anteojos, que no saben tratar con adolescentes.
-el chofer de bondi que además de decirte pibe cuando no entendiste que el recorrido cambió, no contesta a tu saludo.

tal vez debería salir a matar
o colgarme un cartel que diga 'hiper susceptible, no tocar'

1 comentario:

  1. La gente es hija de puta, te mira, te dice cosas. Es horrible y no lo puedo soportar. Antes me ponía los auriculares con musica y ahogaba el ruido. No los miraba, pensaba en la musica, inventaba nuevas vidas.
    Pero hay momentos en que no podes usar los auriculares y la hijaputés te llega igual.
    Y me enfermo, me cabreo. Paso horas pensando en eso.

    No se, creo que lo mejor que encontré (no como solución, pero como un modo de seguir adelante) es dejar toda esa rabia fluir (como sea, escribiendo, cantando, hablando con alguien que te ame y te quiera entender - a veces mi mamá ayuda, a veces no), llorarla, lavarse el alma, y después volver a la vida normal. Relajarse, pensar, ler, ver una linda pelicula. No enfermarse con quién no amas. Si es alguien importante, ahí si, intentar arreglar las cosas. Sino, simplesmente dejar ir.

    Mejor dejo de escribir. Que te mejores, cielo.

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