sábado, 19 de febrero de 2011

no aceptar si el precinto de seguridad de la tapa ha sido violado o dañado


de sala amarilla recuerdo que me cantaban el feliz cumpleaños y me ponía a llorar. Me regalaban muñequitos o figuritas y yo le daba todo un enfoque melodramático.

de sala celeste recuerdo estar reunidos en un grupo viendo películas para niños, a santiago copani, las semillas germinadas en algodón, una pelea que tuve (amenacé por puro odio a una chica y le dije que mi madre le iba a pegar, la chica lloró y la maestra preguntó qué pasaba, yo morí de miedo)

de sala verde recuerdo los dibujos, las clases abiertas, el inglés, la humillación cuando escribí Delfin en el pizarrón (me comí la A), una araña enorme, un enamoramiento de dos horas por Andrés, el chico que gritó cuando vio a la araña (me quedé viéndolo y pensando en qué valiente fue al denunciar la araña gritando, cosa que yo nunca hubiese hecho), los marcadores gordos y enormes que una vez robé (en casa se dieron cuenta y no me dejaron usarlos), los alfajores Terrabusi blancos, los caramelos con papel, la casa de juguete que usábamos para hacer que planchábamos, los instrumentos musicales más extraños del planeta (que no supe aprovechar y hoy me encantaría rescatar), el moco de una piba que se llama Luna.

de primer grado recuerdo el olor a lápiz, mi mochila a carrito, mi rechazo por la poesía con rima, las letras, las líneas, los cuadernos con fotocopias con ejercicios idiotísimos que hoy moriría por volver a ver, como siempre olvidaba hacer la tarea y molestaba a un chico para que me ayudara, como me hice pis encima porque me daba verguenza pedir ir al baño, los recreos, la sensación horrible cuando una compañerita dijo 'deberes' en vez de 'tarea', como me gustaba jugar con los juguetes que llevaba un compañerito (juguetes magníficos último modelo, que eran autos que se transformaban en mega máquinas) que me llamaban muchísimo la atención y que ocasionó que varias personas me tildaran de rara, como empujé de la nada a un amiguito por el simple hecho de lastimarlo y como se puso a llorar. las clases de computación con el queridísimo Kid Pix y demás jueguitos que me alegraban la existencia, el muñeco que hice con una caja de leche y clavos.

de segundo grado recuerdo celeste (no sé qué sería celeste, supongo que la pintura del aula, o el delantal de mi maestra), libros enormes, matemática, recreos donde corría mucho, juegos, historias de fantasmas, mesas grupales, lluvia.

de tercer grado recuerdo el kiosco (como desayunaba con un peso y cincuenta centavos) y un buzo.

de cuarto grado recuerdo el llanto de un compañero, las clases de música, como le dije pelotudo a un pelotudo, la primera vez que no aprobé matemática y la seriedad estúpida con la que me lo dijeron (que me llenó de miedo), la primera vez que me copié de alguien, los dibujos de los problemas de matemática, las clases de plástica, mi amistad imaginaria con la maestra, que terminó cuando un día muy irrespetuosamente me dijo: ¡dejá de seguirme por todos lados! Los naipes, las obras de teatro.

de quinto grado en otro colegio recuerdo el piano, las burlas, los insultos hiper adelantados a mi cabeza (por ejemplo: '¡te voy a empujar y te voy a chupar todo el jugo de la concha!' .. hoy te respondería ¡dale!, en ese momento ni sabía lo que era una concha...) las amenazas de muerte (!), las clases de gimnasia horrendas, la ropa de gimnasia horrenda que usaba, el edificio horrible, el micro escolar, Ricky Martin, murciélagos, jurarle a la nada.
de quinto grado de vuelta en el otro colegio recuerdo no entender el análisis sintáctico, ni las ecuaciones, las mesas grupales, los pegamentos en barra, el amor por una compañerita.

de sexto grado recuerdo la soledad, las clases de informática, no entender nada de nada (es un misterio cómo pasé la primaria), los cuentos, los dictados, mi ortografía excelente, una profesora horrible que nos trataba mal, dos chicas que me molestaban mucho, el golpe en la cara que le di a una, las clases inentendibles de francés, las clases de 'tecnología' donde no se podía bostezar, las clases de gimnasia que me daban terror, el amor que le tenía a un pibe (la primera y única vez que me declaré y se rió), un diskette.

de sépitimo grado recuerdo las charlas sobre la secundaria, el amor por una piba y darme cuenta que era amor, una pata de conejo, el morbo, sentirme grande, el calentamiento global.

de los actos recuerdo el polvo del piso, como me retó una maestra por no cantar el himno, la bandera y la mano fuera de los bolsillos, los discursos que jamás escuchaba.
de la toma de fotos de cada año recuerdo la humillación de usar pollera, la sonrisa que mis dientes nunca me permitieron hacer y mis piernas que no se sabían cruzar.

2 comentarios:

  1. qué buen viaje Kid,
    me encantó.
    me gusta cuando a través de las palabras se te ve, a vos y a tus recuerdos.

    ResponderEliminar
  2. me encanto y lo odie (como a mi queridodiado barrio almagro)
    forrrrra con erre de ramon
    me hiciste sufrir con tu textito punzante en los recuerdos (mios tambien)se me cayo una lagrima. (para adentro, yo que soy varoncito y no tengo permitido llorar ya adopte este mecanismo de ¿defensa? de no llorar para afuera).
    te odio... te amo.

    ResponderEliminar